Se suponía que debía pasar desapercibido después de mi primer asesinato.
Se suponía que debía dejar que el calor se apagara para poder volver a una vida normal.
Quedarme en Sugar Bayou con mi familia fue la manera perfecta de hacerlo.
Sin embargo, nada salió como se suponía.
Me enamoré de la única chica que no podía tener.
Nuestros lazos eran demasiado profundos.
Estaban demasiado enredados.
Ella estaba prohibida y amarla de la forma en que lo hice fue enfermizo.
Fue un pecado...
Pero no necesitaba curas ni oraciones.
La necesitaba...
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