Él es un criminal, una abominación.
Somos un error en todos los sentidos. Si tan solo hubiera podido convencer a mi corazón.
Sus labios susurraban promesas de todas las estrellas del cielo. Soñé con un amor que duraría para siempre.
Éramos hermosamente jóvenes y estábamos desesperados el uno por el otro.
Pero éramos amantes desventurados.
El destino decidió nuestro rumbo.
Dejándonos aferrarnos el uno al otro mientras nos desmoronábamos hasta convertirnos en cenizas.
Su necesidad se convirtió en posesión.
Mi inocencia se volvió hastío.
Nuestras familias se declararon la guerra.
Todo lo que quedó fue odio.
Pero Calder fue criado por lobos. Las reglas no se aplicaban a él.
Yo era suya hasta que él dijera lo contrario, para bien o para mal.
Nuestra historia de amor está bañada en carmesí y empapada en balas.
Porque a veces, Romeo viene con tatuajes, pistolas y gusto por la sangre.
Nunca huiremos.
No habrá estrellas ni cielos azules que nos vean.
Todo lo que tenemos es muerte y destrucción.
Una cadena perpetua, obligados a sobrevivir en ausencia de nuestro amor.
Hasta cinco años después.
"La muerte no está esperando a Calder, está escuchando sus instrucciones".
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