De repente, supo lo que le paso al villano cuando se enamoró. Se transformó en el hombre que quemó el mundo para mantenerla a salvo.
Abigail Eastman había pasado un año intentando permanecer fuera del radar de Anderson Jeon. Era guapísimo, poderoso y peligroso, todo lo que a ella le gustaba. Nunca esperó que él se interesara por ella ni que su conexión fuera instantánea y eléctrica. Tampoco esperaba que la ayudara a atrapar a los culpables de la malversación de fondos de su padre.
Anderson Jeon era el vástago de una de las familias de vampiros más poderosas del mundo. Sus valores fundamentales eran el poder y el control. Ejercía ambos sin piedad, hasta que Abigail Eastman entró en su mundo. Sabía que quería hacerla suya, pero nunca se le había ocurrido que, tras siglos evitando los enredos emocionales, estaba a punto de enamorarse, poniendo en peligro su propio corazón.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario