En un solo instante, ella se convierte en mi obsesión.
Elaine Constantine será mía.
Y su destrucción es solo mi inicio.
He sabido toda mi vida que los Constantine merecían ser borrados de la faz de la tierra, y que solo quedaría un cráter humeante donde una vez estuvo su mansión. Ese es mi plan hasta que la veo, la mujer vestida de dorado con curvas pecaminosas y rizos rubios. Mi voluntad de dominarla es tan profunda como el odio que siento por su apellido.
No importa cuán bellamente se doble bajo mis manos, la dejaré destrozada, un juguete roto para su cruel familia.
Soy un sádico y ella es el objeto de mi obsesión.
Lucian Morelli siempre toma lo que quiere. Y ahora me ha tomado a mí. El hombre que ha perseguido mis pasos desde el momento en que nos conocimos en el baile ahora controla todos mis movimientos en su escondite. Sus ojos oscuros no pierden nada, y busca todas mis debilidades. Usa sus dedos, su lengua perversa, su mente aguda. Buscando, probando, tratando de encontrar el lado que he escondido tanto tiempo.
Es implacable en su búsqueda de mis secretos, pero me las arreglo para descubrir algunos suyos. No soy la única escondida, no soy la única dañada por mi pasado. Y cuando me ve, me ve de verdad, por primera vez desde que tengo memoria, no tengo miedo. No tengo miedo de este monstruo, mi monstruo. Quiero que me lastime, que me rompa, que me recomponga y sobre todo, que me ame.
Un amor tan ardiente como destructivo, que quemará a nuestras familias y tal vez nos libere a ambos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario