Desde que tiene memoria, Naomi Powell, nacida en el Bronx, ha tenido un objetivo: demostrar su valía entre la élite del Upper East Side, las mismas personas para las que su madre trabajaba como ama de llaves. Ahora, como directora ejecutiva de mente fuerte y atrevida de uno de los imperios de joyería más grandes del país, Naomi finalmente tiene exactamente lo que quiere, pero se necesitará algo más que la dirección correcta para que la clase alta de Manhattan deje de tratarla como una forastera.
El peor delincuente es su nuevo vecino, Oliver Cunningham, el hijo mayor de la misma familia para la que trabajaba la madre de Naomi. Oliver solía atormentar a Naomi cuando eran niños, y como un adulto ridículamente atractivo, la atormenta de maneras completamente diferentes. Ahora se encuentran envueltos en una batalla de voluntades que los consumirá o destruirá …
Juraron mantenerse alejadas de los rompecorazones de Manhattan, pero cuando se trata de amor, algunos riesgos merecen la pena.
Nunca es mal momento para enamorarse en la ciudad, ¿verdad? Pues no. Según la recién enviudada Claire Hayes, es muy, muy malo. Después de descubrir que su difunto marido era un mentiroso y un tramposo, Claire se centra únicamente en rediseñar su casa de piedra rojiza del Upper East Side, deshaciéndose de todo lo que le recuerde a su marido infiel. Pero cuando conoce al rudo y a menudo cascarrabias contratista Scott Turner y se da cuenta de que no todos los hombres son unos cabrones, Claire debe decidir si está preparada para volver a arriesgar su corazón.
Scott necesita un cambio de ritmo respecto a las oficinas corporativas y los hoteles de lujo que ha estado construyendo, y le deja claro a Claire que esa es la única razón por la que aceptó su casa. Pero cuando los largos días de trabajo se convierten en noches aún más largas, su desconfianza mutua se transforma en algo más complicado: un respeto a regañadientes, y ¿tal vez incluso una atracción?. . . Scott sabe que no es de los que se asientan, pero entonces, ¿por qué no se atreve a pasar al siguiente trabajo?
¿Pueden los chicos y las chicas ser sólo amigos? Según Audrey Tate y Clarke West, absolutamente. Al fin y al cabo, han sido mejores amigos desde la infancia sin un solo enredo romántico. Clarke es el encantador playboy con el que Audrey siempre puede contar, y sabe que la siempre leal Audrey nunca dejará de seguir su estrategia para esquivar a su madre casamentera: anunciar que ya está comprometido... con Audrey.
Pero lo que empieza como un juego entre dos mejores amigos se convierte en algo infinitamente más complicado, ya que los besos sólo por el espectáculo empiezan a despertar sentimientos prohibidos. A medida que se acerca la fecha de la falsa boda, Audrey y Clarke se dan cuenta de que nunca podrán volver a ser como antes, pero en el fondo, ¿realmente quieren hacerlo?
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