Estoy secretamente enamorado de la hermana pequeña de mi mejor amigo.
Así que hago lo que haría cualquier buen amigo: evitarla.
Al menos, hasta que mi casa se inunda y mi mejor amigo me sugiere que me vaya a vivir con Wren.
Resistirse a ella nunca ha sido fácil.
Pero cuando Wren me convence para que sea su entrenador de citas, es imposible.
Cuanto más "practicamos", más me enamoro de ella y de su increíble hijo. Más empiezo a creer que lo que tenemos es real.
Se siente como amor, pero ¿vale la pena arriesgar mi amistad con Wren y su hermano para saber si ella siente lo mismo?
Penny
Debería estar recitando mis votos matrimoniales, no escondida en la sala de catas del local, jugando a verdad o mentira con un desconocido.
Pero cuando mi prometido me dejó en el altar, necesité esconderme.
Y no sólo de los 500 invitados a este precioso viñedo de pueblo, sino también de Internet.
Como escritora romántica, he compartido mi historia de amor con mis lectores. Les importa mi felicidad. Y yo me sentía como si lo tuviera todo: el novio multimillonario, el final de cuento de hadas.
Pero momentos antes de llegar al altar, mi vida saltó por los aires de una forma espectacular.
¿Mi solución?
Emborracharme.
Tener una aventura de una noche.
Aunque esa noche se convirtió en pasar mi luna de miel enrollándome con el bombón del pueblo, Liam.
Un hombre que parece casi demasiado bueno para ser verdad.
Liam
Me estoy enamorando de Penny en secreto, pero ella no tiene ni idea de quién soy en realidad.
Ha venido a mi pequeña ciudad para casarse y estar más cerca de su ídola, la escritora de novelas románticas Meghan Hart.
Pero cuando su prometido la dejó plantada en el altar, necesitaba una escapatoria. Yo estaba más que dispuesto a proporcionársela.
Se suponía que era para una noche, pero se convirtió en algo más.
¿El problema?
Soy Meghan Hart.
Ahora tengo que decidir si confiar mi secreto a Penny o dejarla marchar para siempre.
Tras la muerte de mi esposa, nunca esperé volver a enamorarme, y menos de su hermana mucho más joven.
Pero Elle es demasiado joven para mí.
Demasiado vibrante y alegre para cargar con un viudo gruñón y dos niños pequeños.
Además, sólo estará aquí unos meses antes de irse a seguir sus sueños.
Y no hay manera de que pudiéramos estar juntos aunque ella se quedara.
Da igual cuántas veces me recuerde todas las razones por las que no podemos o no debemos estar juntos, mi cuerpo no me escucha.
Desde que Elle se mudó, sólo puedo pensar en ella. Todo lo que quiero es a ella.
Ella restauró el orden en mi casa. Hizo que mis hijos sonrieran y rieran de nuevo. Incluso yo sonrío más.
Por primera vez desde la muerte de mi mujer, me siento vivo, esperanzado.
Ya me he despedido de mi novia de la infancia, de mi mujer y de la madre de mis hijos.
Y sé que tengo que dejar marchar a Elle; sólo que no estoy seguro de poder hacerlo.
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