Ve al colegio, dijeron. Consigue un buen trabajo, dijeron. Será pan comido.
Bueno, quienquiera que lo haya dicho, mintieron. Por supuesto, la universidad fue una maravilla, pero luego de ella, no tanto. Buscar un trabajo para poner en práctica mi costosa educación, esa parte no era tan fácil. Al menos no hasta que me ofrecieron un puesto en el nuevo club de la ciudad.
La vida se define por los pequeños momentos que tienen el poder de cambiarla por completo. Nunca pensé que tomar una taza de café cambiaría la mía, pero lo hizo. Ella lo hizo. Ella es uno de esos momentos.
Él es mi jefe.
Ella es mi empleada.
Lo deseo.
No puedo resistirme a ella.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario