PUEDO CONVERTIRME EN UN GATO DOMÉSTICO.
Es una magia divertida, pero en un mundo lleno de vampiros y hombres lobo, no me convierte precisamente en una potencia. Por el contrario, la comunidad sobrenatural me ha clasificado como una paria, lo que significa una cosa: meterse conmigo es temporada abierta todo el día, todos los días.
Los fae locales son los peores de todos, y es durante una de sus habituales sesiones de “captura a la chica-gato” cuando me transformo en mi forma gatuna y lo conozco a ÉL por primera vez.
NOCTUS ES TAN PODEROSO QUE SU MAGIA IRRADIA COMO UN SOL y mis captores apenas pueden verlo, y entonces mi vida se vuelve aún más aterradora cuando Noctus decide llevarme con él. COMO MASCOTA.
¿Por qué ha elegido hoy para adoptar, no comprar, un gato.
La cosa empeora cuando me doy cuenta de que es un elfo, una raza dominante de sobrenaturales que supuestamente fue exterminada hace siglos.
Pero no es un elfo cualquiera, no. ES UN REY ELFO, CON MONTONES DE SECRETOS QUE PROTEGER. Secretos que estoy aprendiendo rápidamente desde que incluye a su nueva mascota en todo, desde irrumpir en edificios para inspeccionar papeleo clasificado hasta rastrear sobrenaturales sospechosos.
Todo esto significa que, si llega a sospechar que no soy un gato de verdad, voy a descubrir de primera mano cómo tratan los elfos a sus prisioneros.
Así que escapar de Noctus es la prioridad número uno.
¿QUÉ TAN DIFÍCIL PUEDE SER? (RESPUESTA: MUCHO)
He pasado el último mes fingiendo ser el gato mascota de un rey elfo.
Hoy he descubierto que somos enemigos.
En una sociedad sobrenatural llena de vampiros, hombres lobo y magos, siempre he sido una marginada con mi capacidad de convertirme en gato doméstico. Nadie sabía lo que yo era.
Resulta que soy una sombra, una raza de sobrenaturales que fue aniquilada por los elfos hace siglos.
¿Quién me lo explica? Noctus, el rey elfo con el que he estado viviendo mientras fingía ser su “gato” mascota, sin saber que soy la archienemiga de su pueblo. Hablando de los resultados de ascendencia más incómodos de la historia.
Ahora estoy atrapada quedándome con Noctus porque no puede dejarme ir gracias a todos los secretos que supe sin querer como su gato.
Al menos no me ha matado. Todavía.
Por si fuera poco, me persigue un bicho obsesionado con matarme porque soy una sombra, y no le importa causar daños colaterales durante la caza.
Así que tengo un MISTERIOSO REY ELFO que me mantiene cautiva en su casa oculta, un montón de nuevos poderes que aprender con mi ascendencia revelada y un psicópata que me sigue. Vaya, las cosas pintan bien.
Es hora de averiguar si de verdad los gatos siempre caen de pie.
Cuando el rey elfo de los Mors me liberó a pesar de que mi existencia es una amenaza para su reino, aproveché la oportunidad para huir. Solo hay un problema... también me enamoré de él.
Nada como un poco de amor condenado para añadir una pizca de intriga a la vida, ¿verdad? Por desgracia, eso ni siquiera es lo peor.
Me preocupo en mis mejores días, pero con un PSICÓPATA rastreando todos mis movimientos porque está obsesionado con matarme, me he graduado al nivel de lunática paranoica.
Aunque pudiera olvidarme del rastreador, cosa que no ocurre, ya que ha descubierto que la forma más rápida de llegar a mí es atacar a mi familia adoptiva, mi vida normal también me provoca ansiedad, ya que la ciudad de Magiford se está llenando de problemas.
Alguien está lanzando hechizos mágicos cada vez más poderosos en el centro de la ciudad, trastornando a todos los humanos.
La comunidad sobrenatural está desesperada por encontrar al culpable, y los principales líderes están convencidos de que el rastreador psicótico que me persigue está implicado. ¿Su solución? Usarme para capturar al rastreador e interrogarlo.
Con lo que ninguno de nosotros contaba era con la interferencia de Noctus, el rey elfo de los Mors. Resulta que no soy la única que lamenta nuestra separación. ¿Pero hay alguna forma de que pueda ayudarme y mantener su reino en secreto?
Al menos una cosa es segura: esto me supera y mi instinto me advierte de que estoy a punto de comprobar si los gatos tienen realmente nueve vidas.
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