En el mundo del espectáculo se me conoce como el tipo que asume los mayores riesgos y recoge las mayores recompensas. Solo hay un riesgo que me niego a correr: mezclar los negocios con el placer.
Sin embargo, el universo tiene otros planes para mí cuando pone en mi camino a esta pequeña petardo con curvas. Una mirada y estoy dispuesto a tirar mis reglas por la ventana y hacerla mía, cueste lo que cueste.
¿A quién le importa si mi discográfica hace negocios con su familia? A mí no. Ella lo vale.
¿A quién le importa si tiene casi la mitad de mi edad? A mí no. La edad es solo un número.
¿A quién le importa si es demasiado perfecta para mí? A mí no. Haré lo que sea para asegurarme de que no se arrepienta de amarme.
¿A quién le importa si los medios de comunicación van a tener un día de campo con nuestra relación? A mí no. Cuando me robó el corazón, el angelito selló su destino. Estoy listo para que todo el mundo sepa que esta belleza descarada es toda mía.
Solo hay una pequeña mosca en mi unción: su familia. Si su sobreprotector padre descubre que estoy a punto de corromper a su pequeña, las cosas se pondrán feas, pero es un riesgo que estoy dispuesto a correr. Después de todo, negocios arriesgados es mi segundo nombre.
Mi nueva secretaria aún no se ha dado cuenta, pero está a punto de ser mía.
Falcon
Tras un viaje de negocios infernal, descubro que mi apartamento está inhabitable y decido quedarme en el ático de la empresa. Evidentemente, el universo me tiene reservada una sorpresa, algo que nunca pensé que encontraría: una hellcat (fiera) con curvas que hace que me suden las palmas de las manos y que el corazón me lata a mil por hora. Por no hablar de lo que me provoca en las zonas meridionales del cuerpo estar cerca de ella.
Harper Sullivan es mi dueña absoluta. Una mirada y me doy cuenta de lo que me he estado perdiendo. Mi vida acaba de dar un giro de 180 grados y no podría estar más feliz. Adiós a vivir con mi maleta y a viajar por el mundo. Hola, noches tranquilas en casa con mi alma gemela.
Ahora, solo tengo que convencer a mi alma gemela de que se arriesgue conmigo. ¿Qué tan difícil puede ser?
Resulta que no es fácil convencerla. Por suerte, mis hermanos están dispuestos a ayudarme.
Harper
¡Caray! Despertarme en la cama con mi nuevo jefe no estaba entre mis prioridades. Después de nuestro auspicioso encuentro, decido evitar a mi jefe siempre que sea posible hasta que sus entrometidos hermanos deciden obligarnos a pasar tiempo juntos, encerrados en la cabina de grabación.
A partir de ahí, las cosas se ponen muy interesantes. Unas semanas más tarde, descubro que nuestra arriesgada actividad en la cabina de grabación ha tenido consecuencias para toda la vida y mi sexy jefe no podría estar más contento.
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