La he observado desde lejos, y ahora ha llegado el momento de reclamar mi premio: Tatum Marris, la chica que compré. Mi juguete más nuevo y bonito.
Ella me servirá. Atenderá todos mis caprichos perversos. Saciará mi deseo de control total. Voy a poseer su placer, y un día, ella va a pedir más.
Ella sigue fingiendo que es pura e inocente, pero eso no es cierto. Conozco sus secretos más oscuros, y de una forma u otra, la haré confesar hasta el último pecado. Haré que me tema. Haré que se someta.
En el fondo, ella sabe que me pertenece. Sabe que merece ser castigada. Enjaulada. Poseida.
Tatum Marris, ahora eres propiedad de Elias King.
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