Obsesionado: estar preocupado o llenar la mente con alguien continuamente y hasta un punto preocupante.
En cuanto me di cuenta que existía, perdí la capacidad de apartar la mirada. Ella siempre estuvo destinada a ser mía.
Soy Sebastian Lockwood; un rey entre los hombres. Y los reyes pueden tomar lo que quieren.
Mi pajarito no estaba de acuerdo.
Ella luchó contra mí, me desobedeció a pesar que ambos sabemos que me pertenece.
Así que la rompí, la doblegué a mi voluntad.
La presioné demasiado, la amé demasiado y huyó de mí.
Pero dejarla ir era imposible. Así que la perseguí, escondiéndome en las sombras, tirando silenciosamente de los hilos que la atarían a mí.
Han pasado dos años, ya he esperado bastante. Es hora de reclamar a mi reina, de tomar lo que es mío.
La trampa está preparada, una jaula dorada digna de la realeza y sólo yo tengo la llave.
Le haré pagar por dejarme. Haré que me ame, que me desee tanto como yo a ella.
No podría parar aunque lo intentara.
Ella es mi obsesión.
Obligación: un acto o curso de acción al que una persona está moral o legalmente obligada; un deber o compromiso.
En cuanto la vi, supe exactamente quién era. Una serpiente, nacida con veneno en la sangre y veneno en las venas.
Soy Clay Jansen, un rey entre los hombres. Pero llevar la corona significa lidiar con el deber y las expectativas que han sido mías desde que nací.
January Burke no es más que una obligación; un trato comercial que se selló con votos y no con contratos.
Pero mi venenosa nueva novia es una serpiente, criada en un antro de víboras.
Puede que las expectativas familiares me hayan obligado a entrelazar mi vida con la suya, pero no me dejaré engañar por la fachada de niña buena que lleva.
Así que la observo. Juego con ella hasta que conozco cada movimiento que hace y cada palabra que dice. Pero una vez que la veo, es imposible apartar la mirada.
La libertad es todo lo que ansía y lo único que no puedo darle.
Debería dejarla ir, pero no podría aunque lo intentara.
La obligación se ha convertido en obsesión... y ella es toda mía.
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