Ella era una interrupción que él nunca quiso.
Él era todo lo que ella desconfiaba.
Klayton Caldwell posee una tienda de tatuajes en Denver, Colorado, y ha visto casi todo y ha conocido a casi todo tipo de personas. Y todos tienen una cosa en común. Tinta.
Él no es complicado. Lo que ves, es todo lo que hay. ¿Sexo? Siempre. ¿Relaciones? Jamás. ¿Bromas? Tampoco. Los que no pueden manejar su boca se tatuan en otro lado. Klayton mantiene a todos a distancia, incluso a sus amigos. A él no le gusta lo de “acercarse”.
Hasta que Madison termina en su tienda de tatuajes, rota, asustada y sola. Hay algo sobre ella, y casi de inmediato, la guardia de Klayton cae. Ahora, todo lo que sabe sobre sí mismo cambia a medida que su vida comienza a desmoronarse.
A Madison Hart, de veinte años, su futuro le fue arrebatado en el momento en que fue secuestrada en el campus universitario y mantenida cautiva. Tras escapar, huye, tropezando con un extraño. Uno que comparte un pasado similar. Alguien que podría ayudarla a sanar. Si ella lo dejara.
Madi entra en la vida de Klayton como una tormenta. Es hermosa. Está triste. Es peligrosa. Su dolor es lo suficientemente profundo como para que nunca pueda hablar sobre lo que ha experimentado. Su negativa a hablar requiere un nivel de paciencia que Klayton no está seguro de tener.
Él debe hacerse camino a través de sus piezas rotas cambiando todo lo que él es. Ya no funcionará quien ha sido todos estos años. Pero Madi pelea contra él y consigo misma. Lucha contra la locura.
Ella se niega a hablar. Él no puede controlar su boca. Ella no quiere que la toquen. Él no puede evitar hacerlo. Ambos no quieren amor. Dentro de esta tormenta, hay un amor tan loco que podría destruirlos a ambos.
Cuando dos personas sufrientes colisionan, hay algo intoxicante en ahogarse en el caos del amor duro.
Brando Hawkins es un detective del Departamento de Policía de Denver. Debería ser capaz de apoderarse del mundo. Es un oficial dedicado con una carrera prometedora. Pero Brando tiene secretos. Oscuros y brutales secretos. A los veintiséis años, está agotado, y la vista de otro cuerpo, de otro final más infeliz, podría acabar con él.
Catherine Abbott es una mujer que lucha contra sus demonios y protege su corazón. Inmersa en un mundo donde las personas entintan sus vidas en su piel, ella confía sólo en lo que puede ver. Y, como sobreviviente de violación, encuentra consuelo en el control.
Pero los demonios de Brando comienzan a enredarse con los suyos. Son peligrosos, como los de ella. Pero también son hermosos.
Una lluvia de balas los une, y el dolor de su pasado colisiona con el atractivo de su futuro. Cat quiere reparar su corazón y sus heridas, pero los secretos de Brando yacen escondidos en una caja tan bien sellada que no puede traspasarla.
Todo a su alrededor está cubierto por la confusión del amor y la quemadura de la venganza, pero nadie dijo que el amor fuera fácil.
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