Habrá un derrame de sangre...
Y no será la mía.
Alguien está alimentando las llamas, dejando un rastro de cuerpos a su paso. Las víctimas son inocentes, elegidas para enfrentar a la Manada de cambiaformas y al Aquelarre de vampiros entre sí.
Si estalla la guerra, la humanidad no sobrevivirá.
Pero lo mío es controlar el fuego, y no dejaré que eso suceda.
Soy una mercenaria, pero esto es por mucho más que por dinero. Es mi ciudad y alguien la amenaza. No me detendré hasta encontrarlos.
Cuando los buenos empiezan a lucir más como villanos, no tengo más remedio que desconfiar en todo lo que conocía, incluidas las personas en las que pensaba que podía confiar.
Resulta que los humanos puede que no se encuentren tan indefensos como parece, y yo corro más peligro de lo que pensaba.
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