Le entregaron una espada y le pidieron que tomara un trono…
Lorelei es mitad elfa en un reino donde ese linaje es sinónimo de «esclavitud». El Rey Umbra mantiene cautivos a todos con su mascota dragón que no conoce piedad. Se esconde en las sombras y roba para mantenerse con vida, hasta que un grupo rebelde le hace una oferta que no puede rechazar.
El rey busca novia. Si puede acercarse lo suficiente, podría clavar una daga en el corazón de ese hombre malvado. Pero los juegos nupciales son más difíciles que la mayoría. Lorelei debe demostrar que no solo es hermosa, sino también talentosa, equilibrada y letal como el rey. Sin embargo, cuanto más se acerca a salvar su reino, más se da cuenta de que un problema singular se interpone en su camino.
El dragón.
El guardaespaldas del rey es más que una bestia untuosa. Es un hombre. Y cuanto más tiempo está cerca de él, más se da cuenta de que quizás el rey no es la persona más peligrosa del reino. Quizás tenía que proteger no solo su cuerpo, sino también su corazón. Porque un dragón se aparea de por vida, y son reacios a renunciar a sus tesoros.
Una cuchilla afilada no puede salvar un reino, y un dragón solo puede quemar un trono…
Lorelei hizo lo que se suponía que debía hacer. Corta la garganta del rey, liberar un reino y luego desvanecerse en la oscuridad una vez más. Pero esta vez, no puede irse. La rebelión quiere usarla como figura decorativa en su loco plan para robar un reino de un linaje, y Lore tiene otros asuntos más urgentes entre manos.
El rey sobrevivió, y dentro de sus garras están los últimos huevos de dragón en toda Umbra. Su lealtad al dragón la obliga a emprender otra aventura y devolver los huevos a su futuro padre. Todo con un propósito y un solo propósito. Lore desea ver florecer el reino bajo las manos de criaturas mágicas. Anhela ver que el tiempo del hombre llegue a su fin.
Los humanos habían gobernado durante un tiempo y habían fracasado. Ahora, tenía que arreglar lo que habían roto.
Pero demasiadas personas se interponen entre ella y este plan nuevo. Una rebelión y su elfa líder que no teme a la sangre. Una amiga que mintió durante meses. Muchas otras criaturas se interponen en su camino, con la esperanza de acercarse a la media elfa que salvó a Umbra. Y por último, el dragón que la vuelve del revés con una sola mirada. El mismo dragón que mató a su madre.
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