Salinger Dolan.
Sabes su nombre.
Has visto su cara.
Has gastado dinero en la cantidad infinita de basura inútil que respalda.
Por supuesto, has escuchado las historias. Ya sabes aquellas... Aquella que decía que era difícil trabajar con él y que era totalmente poco profesional en el set. Aquella en la que lo atraparon consumiendo drogas en el set del programa familiar más popular de Estados Unidos. Aquella en la que arruinó la reputación y la carrera de la chica dulce de América. Hay más verdad en esas historias de lo que sus fanáticos quieren creer porque Salinger es el tipo de chico malo de Hollywood irreflexivo, descuidado y peligroso del que los paparazzi y las estrellas ávidas de fama no pueden tener suficiente. Con el tiempo, el brillo de su llamativo estilo de vida comenzó a desvanecerse y Salinger se dio cuenta de que lo único por lo que es famoso hoy en día es su mal comportamiento y su bien documentada lucha contra la adicción. El ex niño dorado está más que empañado, y la única persona que puede ayudarlo a recuperar su brillo es la única mujer que no quiere absolutamente nada que ver con él.
Maren Copeland.
Puedes recordar su nombre.
Es posible que recuerdes vagamente su rostro.
Probablemente te estés preguntando adónde fue.
Después de todo, has escuchado las historias... En la que expuso el uso de drogas de Salinger Dolan hace tantos años. La que dijo que intentó arruinar su carrera porque tenía envidia de su popularidad.
La de cómo pasó de ser la favorita de todos a una paria de la noche a la mañana. Maren Copeland ahora es conocida como la reina del regreso. Después de años de arduo trabajo y evitando deliberadamente enredos con rompecorazones problemáticos como su primer coprotagonista, está en camino de revitalizar su carrera y reorganizar sus prioridades después de un divorcio muy desordenado y muy público. Por primera vez en su vida tanto profesional como personal, ella es quien toma todas las decisiones. Desafortunadamente, el camino para llevarla a donde quiere estar la lleva directamente a nada menos que a Salinger Dolan. Él es la única persona con la que juró que nunca volvería a trabajar. Hace algún tiempo, le costó todo. Él ha vuelto para hacer las paces y prometió darle todo lo que quiera si ella le da la oportunidad de demostrar que ha crecido. Ella no confía en él. Sabe que sería una tonta si creyera que él ha cambiado. Después de todo, ¿cuáles son las probabilidades de que un mocoso malcriado y con derecho como Salinger Dolan pueda convertirse en un hombre justo?
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