¿Tienes un demonio que necesitas matar? Soy tu chica.
Sobre el papel, soy una hechicera de sangre, y puedo preparar los hechizos de tus sueños. Es una ocupación apenas legal, pero sobre todo es una tapadera. Mi verdadero trabajo es proteger mi ciudad de los monstruos de los Reinos Oscuros. Soy una asesina de demonios, y ocasionalmente esos tontos escapan. Entonces depende de mí. Incluso tengo un uso secundario de su sangre para mi negocio de hechicería. Es espantoso, pero así es la vida.
Las cosas se complican cuando empiezo a chocar con un sexy cazarrecompensas. Su nombre es Declan y estamos detrás del mismo nigromante. Los cazarrecompensas son mi enemigo, y su cuerpo caliente se interpone en mi camino. La única forma de salvar la ciudad es hacer equipo con Declan.
Tengo dos objetivos: no matarlo y no joderlo. Es más fácil decirlo que hacerlo, ya que el autocontrol no es lo mío. Pero es una carrera contra el tiempo para atrapar al demonio, y no hay forma en el infierno de que falle en eso.
Una carrera contrarreloj.
No hay descanso para los malvados. O para los Demon Slayers.
Soy ambos, así que las cosas han estado ocupadas. El tipo de ocupado en el que paso todo el tiempo tratando de no ser asesinada o descubierta por lo que realmente soy: una Dragon Blood con el poder mortal para crear nueva magia.
Cuando una bomba misteriosa estalla en mi ciudad y mis amigos más cercanos se convierten en piedra, se convierte en una carrera contrarreloj para detener al demonio que todavía está en libertad. Cada seis horas, otra bomba acaba con más personas.
Mi única oportunidad de atrapar al demonio y revertir el hechizo es unirme al cazarrecompensas demasiado sexy, Declan O’Shea. Es casi imposible resistirme a él, pero debo hacerlo. Somos enemigos natos y si descubre lo que soy, la vida como la conozco terminaría.
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