Creo que hay dos formas de mirar a mi esposo Lucas. Algunos lo encuentran aterrador. Es grande, ancho y trabaja con los muertos, pero, para mí, es el hombre del que me enamoré la primera vez que lo vi.
Es el hombre que me prepara la cena, me frota los pies y me hace el amor hasta que el sol se lleva las estrellas. Sé que hay un lado de él que me oculta. Otra mujer podría sospechar que siempre llega a casa recién duchado o que realiza frecuentes viajes de negocios fuera de la ciudad.
Sin embargo, confío en él porque nunca me traicionaría. Su único propósito es protegerme. En el fondo, sé lo que está haciendo. En el fondo, sé que está manteniendo el equilibrio entre lo bueno y lo malo.
Puede que otras personas no estén de acuerdo con sus acciones, pero para mí, nuestro amor siempre será asesino.
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