A veces los brujos cazan por su cuenta...
Alguien conoce mi secreto y lo está empuñando como el arma de mi ejecución. Estoy acusada de envenenar a mi compañero de aquelarre de 𝐺𝑟𝑎𝑣𝑒𝑏𝑟𝑖𝑎𝑟. Para mi fatal pesar, no puedo probar mi inocencia sin revelar la verdad que he mantenido oculta durante mucho tiempo: mientras que todos los demás brujos de 𝐺𝑟𝑎𝑣𝑒𝑏𝑟𝑖𝑎𝑟 son brujos verdes y sanadores, mi magia radica en los venenos.
Hay un brujo que me cree, el mismo chico que fue enviado a matarme con instrucciones de arrancar el brezo que brotaría de mi tumba, la única cura para un brujo de 𝐺𝑟𝑎𝑣𝑒𝑏𝑟𝑖𝑎𝑟. 𝐹𝑜𝑟𝑔𝑒 𝑆𝑖𝑙𝑣𝑒𝑟𝑡ℎ𝑜𝑟𝑛 será mi perdición... o mi salvación. Afirma que hay un complot malicioso que atraviesa la ciudad bruja de Cauldron y que amenaza con apretar mi garganta en una soga mortal. Prometiendo que puedo escapar buscando la ayuda de 𝐴𝑟𝑢𝑚, un brujo desterrado que esconde a los de nuestra especie a plena vista, quien nos llevara a un circo oscuro lleno de brujas.
El maestro de ceremonias solo nos ayudará si aceptamos unirnos a su circo de trucos extraños y hazañas diabólicas solo por dos noches, usando nuestra magia para emocionar a sus clientes. A cambio de nuestra participación bajo la carpa, él divulgará la información que necesito para salvar a mi compañero de aquelarre y limpiar mi nombre. Pero cuando los secretos oscuros emergen de las sombras de este santuario prometido, me veo obligada a decidir si realmente puedo confiar en alguien, especialmente en 𝐹𝑜𝑟𝑔𝑒... mi posible verdugo, el enemigo jurado de mi aquelarre y mi posible amor.
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