Scarlet Reed ha regresado a Polson Falls, convencida de que doce años de ausencia son suficientes para deshacerse de su humillante identidad infantil como hija de la ramera del pueblo. Con un trabajo de profesora asegurado y una adorable casa de alquiler a la que llamar hogar, las cosas en su vida finalmente están mejorando.
Hasta que descubre que Shane Beckett vive en la casa de al lado.
Shane Beckett, el guapo y carismático quarterback estrella del instituto que le destrozó el corazón. El jugador mentiroso y tramposo que se suponía que había desaparecido hace tiempo, viviendo el sueño del fútbol profesional y engañando a las mujeres haciéndoles creer que era el príncipe azul. Shane Beckett, tan atractivo como siempre y mostrando sus hoyuelos como si no hubiera hecho nada malo.
Scarlet deja muy claro que las viejas heridas no se han olvidado.
Puede que sean vecinos, pero ciertamente no son amigos. No se va a permitir volver a enamorarse de este padre soltero y bombero, por muchas disculpas que le ofrezca, por muchas veces que corra en su ayuda o por mucho que le haga palpitar el corazón.
Pero a medida que pasa más tiempo con él, empieza a temer que tal vez esté equivocada. Tal vez Shane haya cambiado.
Y tal vez esta vez sea ella la que se está jugando una oportunidad de ser verdaderamente feliz.
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