Sin nombres.
Sin compromiso.
Ese fue nuestro acuerdo.
Pero Spencer Lancaster era adictivo.
Y estaba drogada.
Drogada por su sabor, hambrienta por su beso y desesperada por su toque.
Así que cuando me pidió que me quedara, que disfrutara de su compañía más noches de las que sabía que debería, no estaba cuerda para decir que no.
Todo era perfecto. Un sueño hecho realidad.
Pero a medio mundo de distancia había secretos.
Mentiras.
Inseguridades.
Fueron sus labios.
La forma en que su mirada causó escalofríos por mi espalda.
La forma en que su voz ronca susurró mi nombre.
Así que cedí.
Hice lo que sabía que no debía hacer.
Pero tan rápido como está allí, se ha ido.
Dejándome confundida.
Devastada.
Espero no volver a verlo nunca más...
Entonces lo hago.
Es mi nuevo jefe.
Y tiene secretos.
Todas las verdades que podrían destrozarnos.
Pierce Lancaster es una mala noticia.
Consentido.
Intitulado.
Sexy como…
Es exactamente lo que no quiero en mi vida. Lo que no necesito.
No soy la chica que conocía antes.
He cambiado.
Pero El no lo ha hecho.
Tiene problemas llenos de promesas vacías.
He llegado demasiado lejos para retroceder.
Sin embargo, parece que no puedo mantenerme alejada.
No puedo decir que no.
Soy adicta a Pierce Lancaster
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