La tuve y me encantó su sabor.
Pero es demasiado joven, demasiado dulce y buena.
La mantendré a salvo, y la quiero feliz.
Incluso si mi propio corazón me dice que soy un tonto por no hacerla mía.
Nuestras pocas noches fueron eléctricas. Dejó su marca y quemó su bondad en mi corazón.
No queda lugar para nadie más, solo para ella.
No puedo perseguirla. Tengo que dejarla ir.
Claro, ella es una chica del club y podría tenerla debajo de mí cuando quiera, pero no puedo hacerle eso. Me niego a empujarla más profundamente en el Diamond MC.
Cuando me quitan esa decisión de las manos y la arrastran a la oscuridad, todo lo que veo es rabia y derramamiento de sangre.
Les haré pagar. Todos y cada uno de ellos que pensaron que podían robármela, quitármela.
Ella es todo.
Y una vez que la tenga de vuelta, me aseguraré de nunca dejarla ir.
Ella es luz y bondad.
Tal vez ella sea demasiado buena para mí, pero tal vez sea justo lo que necesito para equilibrar mi mundo.
Le daré todo y la haré mía.
Y tal vez ella me haga suyo también.
Algunas personas dicen que puedes enamorarte de alguien a primera vista. Creo que están jodidos de la cabeza... hasta que la veo al otro lado de la habitación.
Courtney Anthony ha entrado en la casa club equivocada. Tan pronto como la veo, sé lo que quiero. Y lo que más quiero es a ella. Es hora de ver cómo State conoce a su vieja.
Los nuevos vecinos son la ruina de mi existencia, pero nada me prepara para la nueva mujer de al lado.
Hace mucho tiempo, renuncié a las rubias.
Hasta ella.
Hasta que Raya se mete debajo de mi piel y se queda.
Claro, ella siempre parece enojada conmigo, pero pronto le haré ver que no siempre soy un imbécil.
Pero luego hay una nueva amenaza que me hace ver rojo y necesito buscar sangre.
El nombre Death no es solo para mostrar. Y cualquiera que se interponga en mi camino o amenace a los que están bajo mi protección se acercará personalmente al hombre detrás del homónimo.
Correr no tiene sentido... cuando Death llama a tu puerta.
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Sus gritos fueron lo que me atrajo.
Desde la noche que los escuché la seguí.
Ella era mi obsesión.
Mi adicción.
Pero nunca podría tenerla.
Ella tenía que ser libre.
Tenía que sentir paz.
Yo no era nada más que un caos de oscuridad.
Incluso en mis días buenos con mis hermanos del Diamond MC, no era nada más que contaminado.
Aún así, acabaría con cualquiera que le hiciera daño.
Especialmente aquellos que la tocaron.
Su sangre mancharía mis manos, de una manera u otra.
Porque quemaría el mundo por ella.
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