Hay un nuevo DJ en la ciudad.
La primera vez que Claire Ramsden escucha su voz, casi se cae de la silla.
La del nuevo DJ de la radio. Un hombre de voz profunda y ronca. Un vampiro.
Claire creció rodeada de criaturas sobrenaturales.
Pero ninguno de ellos le había hecho esto antes:
dejarla aturdida y dolorida con sólo unas palabras. Era humillante.
Puede que sólo sea humana, pero Claire no tiene miedo de un vampiro que utiliza su glamour. Así que entra en la emisora de radio, dispuesta a acabar con el chupasangre.
Lástima que él esté preparado para ella.
Y qué pena que no sea glamour lo que ella siente.
La preciosa camarera le odia a muerte.
Ella es su pareja predestinada.
El hombre lobo Otis siempre ha sabido de su vínculo con Bree Mendez. También sabe que ella prefiere salir con una mofeta antes que pasar tiempo con él.
Por lo que ha hecho lo correcto: mantener la distancia. Ha respetado su elección, incluso cuando eso le mata por dentro. Y sí, Otis sigue atormentándola cada vez que la ve... pero bueno, nadie es perfecto.
Pero algo maligno está acechando a Boiling River. Los edificios son destruidos, con marcas de garras en las puertas. Y el único patrón para estos ataques: Bree.
Así que al diablo con mantener su distancia. Ella no tiene que salir con él, pero Otis prefiere morir antes que ver a su compañera herida.
Será mejor que Bree se aguante, porque acaba de ganarse un nuevo guardaespaldas.
Él ha despertado sin cuerpo ni nombre.
Sólo una mujer puede sentirlo... y salvarlo.
El fantasma ha hecho pasar a Olivia por un infierno. Le ha robado el sueño y casi la cordura. Pero cuando la hermosa bibliotecaria finalmente acepta que él es real, el fantasma vuelve a tener esperanzas.
Él podría encontrar su cuerpo. Recordar su nombre. Salir de este limbo de una vez por todas.
Pero trabajar juntos los acerca. Y ellos cruzan una línea… o cinco.
Tal vez él no quiere ser libre. Tal vez quiere quedarse.
Tal vez un cuerpo no vale la pena después de todo.
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