Donde brilla la luz del amor…
Un prado de árboles muertos. Una toma hostil del granero de Santa por parte de una familia de mapaches. Y envíos que han desaparecido misteriosamente. Lovelight Farms no es el paraíso invernal mágico de los sueños de Stella Bloom.
En un esfuerzo por salvar la granja de árboles de Navidad que ama desde que era niña, participa en un concurso con la famosa influencer Evelyn St. James. Con la publicidad adicional y el premio en efectivo de cien mil dólares, ella podría salvar a la granja de sus problemas financieros. Solo hay un problema. Para hacer que la granja pareciera un destino romántico para las vacaciones, mintió en la solicitud y dijo que es propietaria de Lovelight Farms con su novio.
Solo que… no hay novio. Agrega al mejor amigo Luka Peters. Él solo vino a casa por un poco de chocolate caliente, y de alguna manera consiguió una granja y una novia seria en el proceso.
Evelyn St. James no es el tipo de mujer que se olvida.
Beckett Porter ciertamente no la ha olvidado. Un fin de semana increíble en Maine, y es oficialmente un hombre distraído. No es ajeno a las aventuras calientes e intensas. Sabe cómo va. Pero Evie tejió una especie de magia sobre él durante su aventura entre las sábanas. No puede dejar de pensar en su risa. Su mano apretada contra su pecho. Su boca sonriente en su cuello.
También en sus ojos. Y en sus piernas. Así que cuando ella aparece de repente en su granja como parte de un concurso en las redes sociales, él está… confundido. No tenía ni idea de que la dulce y sexy mujer que conoció en un bar es en realidad un fenómeno global: la influencer de las redes sociales Evelyn St. James. Cuando ella vuelve a desaparecer, Beckett decide olvidarla y seguir adelante.
Pero Evelyn St. James tiene un problema.
Sintiéndose desconectada de su trabajo y cada vez más infeliz, intenta encontrar el camino de vuelta a algo real. Regresa al último lugar donde fue feliz, Lovelight Farms y el pequeño pueblo de Inglewild.
No tiene absolutamente nada que ver con el atractivo granjero con el que pasó dos noches increíbles.
Nada de nada.
Layla Dupree ha renunciado al amor.
Ha vadeado todos los peces del mar, cada uno más decepcionante que el anterior. Al parecer, ser dueña de la pastelería del destino más romántico de Inglewild no ayuda en la vida amorosa, a pesar de sus esfuerzos. Lo único que quiere es un compañero que le provoque mariposas, no alguien que la espante durante la cena y la deje con la cuenta.
Menos mal que Caleb Álvarez tiene la solución perfecta.
Después de salvar a Layla de otra cita que salió mal, le propone algo muy sencillo: Un mes de citas sin compromiso. Hará todo lo posible para renovar la fe de Layla en los hombres mientras ella evalúa su juego de citas. Es una situación en la que todos ganan. Todos los beneficios de las citas, sin la presión añadida de los sentimientos y las expectativas no cumplidas.
Pero hay un ingrediente que no han tenido en cuenta. La química entre ellos está al rojo vivo y las ganas de pasar al siguiente nivel son más tentadoras que los brownies de moca con doble chocolate de Layla.
¿Se desbordará el calor entre ellos? ¿O será otro caso de señales contradictorias?
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