Venganza, dominación, control y poder.
El amor no entra en juego cuando se libra una guerra y, a veces, las mejores armas son las más inesperadas.
Flora
Hui de dos monstruos a los brazos de otro.
Domenico Ortega.
Príncipe de la mafia.
Su oscura mirada, rebosante de intensidad masculina, hace que mi corazón palpite un poco más rápido. La forma en que me mira fijamente con esos ojos demoníacos me hace estremecer, y no de miedo. Cuando habla, su tono es ronco y lleno de peligrosas intenciones, y ansío cada sílaba. Además, su magnífico cuerpo podría aplastar el corazón de una mujer y el alma de un hombre, y con gusto sacrificaría el mío por el suyo.
Entonces descubrí que la gente de la que hui está en su lista de buscados y me encerró en su mansión como parte de una retorcida venganza.
Fraude, deshonestidad y robo no son las únicas cosas que quiere de mí.
También quiere mi alma.
No es el único.
Resulta que él no es el villano de mi historia después de todo.
Hay algo más siniestro ahí fuera que se esconde tras rituales enfermizos y altares empapados de sangre.
¿Vendrá mi oscuro príncipe a por mí o mi historia acabará infelizmente para siempre?
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