Cuando me propusieron ser la niñera de la familia Morrison, no pude negarme. Hace tiempo que terminé el instituto y todavía no sé qué quiero hacer con mi vida. Pero siempre me han gustado los niños, sobre todo dos niñas a las que les encantará arreglarse tanto como a mí.
Lo único es que Kane Morrison no es un padre soltero cualquiera. Parece todo un Príncipe Azul, y su vena protectora hacia su familia es de lo más sexy.
Y cuando aparezco, me meto de lleno en el papel de madre y esposa cariñosa: horneando galletas con las niñas durante el día y metiéndome en la cama de Kane por la noche.
Es como un sueño perfecto.
Excepto que no puedo dormir para siempre.
Y cuando la vida de ensueño que he estado viviendo se derrumbe sobre mí, no me quedará nada de Kane y sus niñas...
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