Yo era su debilidad. Él era mi fuerza. Hasta que lo destruí.
Me apasioné por Shane Wilder desde la primera vez que lo vi surfeando. Pero no podíamos estar juntos. Todavía no. Yo era demasiado joven y estaba jodida. Él estaba demasiado centrado en perseguir su sueño.
Así que nos hicimos amigos. Nos reuníamos en la azotea para confesarnos bajo las estrellas. Recorrimos la autopista de la costa del Pacífico con el viento en el cabello y el sol en la cara.
Yo hacía fotos de todas las cosas bonitas, feas e interesantes, mientras él viajaba por el mundo en busca de las olas perfectas.
Le dije que lo esperaría.
Nunca quise mentir.
Nunca quise arruinarle la vida.
Yo. Lo. Destruí.
Mientras su estrella se apagaba, la mía brillaba. Pero como todo el mundo sabe, no es oro todo lo que reluce.
Ahora estoy de vuelta después de siete largos años, con la esperanza de una oportunidad para corregir mis errores y arreglar lo que he roto. Esta vez sólo puedo esperar que amar a Shane Wilder sea suficiente para salvarlo.
Dylan St. Clair es el caos.
Y el caos siempre deja un rastro de destrucción a su paso. Sólo que nunca esperé que destruyera mi corazón.
He estado enamorada de Dylan St. Clair desde que entró por la ventana de mi habitación hace diez años.
Ventana equivocada, Romeo.
Yo tenía once años, él diecisiete.
Un chico malo del lado equivocado de las vías con un chip en el hombro y moretones frescos de su última pelea, pasó a desempeñar el papel protagonista en todas mis fantasías adolescentes.
Pero siempre supe que estaba fuera de mis límites. Así que, con los años, dejé de desear y esperar que alguna vez pudiéramos estar juntos.
Hasta que me besó en una playa fría una noche estrellada de invierno.
Hasta que dijo esas cinco palabras que lo cambiaron todo.
Escogí a la hermana equivocada.
Me enamoré de dos hombres. Pero el destino decidiría con cuál podría quedarme.
Cuando conocí a Cruz Vega, fue amor a primera vista.
Él era mi para siempre, mi puerto en la tormenta, mi único y verdadero amor.
Todo era tan perfecto.
Hasta que un cruel giro del destino nos robó un futuro.
Ahora, estaba navegando por territorio desconocido.
Simplemente sobreviviendo sin vivir realmente.
Hasta August Harper.
El sexy chef tatuado se pavoneó en mi restaurante y se hizo cargo de mi cocina.
Entonces, pieza por pieza, reclamó mi corazón, también. Eso no era suficiente para él, sin embargo. Quería todo de mí.
Pero como todo el mundo sabe... cuando juegas con fuego, te quemas.
Y nosotros vamos a arder en llamas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario