La profesora Tikaya Komitopis no es una belleza, ni una guerrera intrépida, ni siquiera alguien que pueda caminar y masticar chicle al mismo tiempo, pero sus habilidades criptográficas le hacen ganar notoriedad en tiempos de guerra. Cuando los marines enemigos aparecen en la plantación de su familia, ella espera lo peor.
Pero no están allí para matarla. La necesitan para descifrar unas misteriosas runas, y le piden ayuda de la manera típica de un imperio conquistador: la secuestran, amenazan a su familia y la meten en el calabozo de su barco de vapor más rápido.
Su único aliado es un compañero de prisión que la encandila con una pasión por lo académico tan grande como la suya. Juntos, deben descifrar artefactos alquímicos que alteran la mente, cohetes venenosos mortales y construcciones tecnológicas malévolas, todo ello mientras esquivan los intentos de asesinato de una potencia rival decidida a que la expedición fracase. Por si la situación no fuera suficientemente traicionera, este nuevo “aliado” puede ser la última persona en la que Tikaya debería confiar. Sin embargo, esas runas ocultan algo más que misterios, y él es el único que puede ayudarla a desentrañarlas antes de que sus secretos destruyan el mundo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario