Para conseguir su parte de una lucrativa herencia, la bondadosa Maya y el rico Liam deben mentirse a sí mismos y a todo su alrededor durante un año. Sólo así la fama, el prestigio y el dinero se harán realidad. No es fácil, pero vale la pena. Al menos hasta que una noche de pasión y un hijo no planeado amenazan con derrumbar su plan.
El acuerdo de Liam:
"Debes ser la mano derecha durante un año, si cumples tu trabajo serás el dueño del cincuenta por ciento de la empresa. Nadie puede saber de esto o el trato se cancelará".
Esa es la frase en el testamento de su padrastro, a quien no ha visto en años.
En realidad su padrastro está por debajo de él, pero sí cumple con el trato conseguirá lo que quiere: ¡más poder e influencia!
¿Y por qué sólo el cincuenta por ciento? ¿A quién pertenece el otro cincuenta por ciento? ¡Liam acabará con él o ella! La compañía es toda suya.
El acuerdo de Maya:
"Debes trabajar en la gestión de la empresa durante un año, entonces serás dueña del cincuenta por ciento de la organización".
Este trato está escrito en el patrimonio de su difunto padre, que la abandonó cuando ella era pequeña. No es lo suyo, pero esto la ayudará a pagar la operación de su madre. ¡Eso funcionará! Su madre se lo agradecerá.
Lástima que los dos no puedan separarse y Maya se quede embarazada.
A ella le encantaría contárselo todo, pero entonces la herencia se esfumaría.
Cuando Liam empieza a salir con su secretaria y el jefe interino parece jugar una mala pasada con Maya, ya es demasiado tarde.
Liam ha tendido una trampa, ella se da cuenta de que nunca debería haberse involucrado.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario