El mundo se fue a la mierda el día que nací.
Dicen que llovió fuego del cielo durante siete días señalando la llegada de los monstruos.
Dicen que la humanidad luchó duro para vencerlos.
Dicen que los celestiales nos salvaron.
Dicen muchas cosas.
¿Yo? Yo me ocupo del presente. En buscar cosas útiles y mantener a mi equipo con vida fuera de los muros protectores de nuestra base. Puede que no tenga una elegante espada mata―monstruos como la de los barrenderos, pero hasta ahora he evitado que me coman la cara, así que eso es una victoria.
Pero cuando mi base es tomada por monstruos, mis habilidades de exploradora son lo único que se interpone entre la muerte inminente y la supervivencia.
El Santuario está al otro lado de las tierras muertas, un territorio infestado de monstruos, sin cartografiar e inexplorado incluso por los celestiales. Es la única ruta, y no tengo más remedio que guiar a mi gente a través de ella.
Soy una exploradora, una sobreviviente. Yo me encargo.
Hasta que no lo hice.
Lo último que espero es depender de cuatro monstruos para protección. Pero el destino obviamente tiene sentido del humor. Shemyaza y sus exploradores son inteligentes, mortales y letales, y resulta que son los únicos que pueden llevarnos a un lugar seguro.
El único problema es que su ayuda tiene un precio muy alto.
Todo lo que creía saber sobre mi mundo se ha hecho añicos.
La única constante son los cuatro monstruos que me mantienen a mí y a mi gente a salvo.
Mi único consuelo en mi dolor es Bastian, el último de mi equipo.
Y nuestra única certeza es que tenemos que encontrar las piezas de la reliquia y volver a unirlas.
Mientras Shem y yo trabajamos juntos, me encuentro bajando la guardia a su alrededor. Es letal, decidido e inflexible, y es el único que puede ayudarme a devolver mi mundo a la normalidad.
Pero el camino no será fácil, y la confianza tiene un precio.
Solo espero que cuando llegue el momento, estemos dispuestos a pagar el precio.
%20-%20Debbie%20Cassidy.png)
A veces, el camino hacia la verdad está plagado de mentiras.
Si alguien me hubiera dicho que encontraría un refugio entre monstruos, me habría reído en su cara.
Pero he aprendido a esperar lo inesperado.
Ahora, con el destino del mundo pendiendo de un hilo, es hora de dar un salto de fe.
Fe en mí misma.
Significa dejar atrás a Shem, a los observadores y a Bastian. Significa caminar hacia los brazos de Michael y confiar en que me mantendrá con vida el tiempo suficiente para completar mi misión.
Porque la tercera reliquia está escondida en el campamento enemigo, y soy la única que puede llegar a ella.
La Ciudad Dorada espera.
Es hora de poner mis habilidades de actuación a prueba.
Es hora de mentir.
Cuando una traición inesperada roba nuestro santuario, solo la unidad nos salvará.
Confié en Michael y él nos traicionó.
Con nuestro santuario destruido, estamos huyendo. Otra vez.
Shem y sus observadores vuelven a asumir el papel de protectores, pero mantener a salvo a toda una colonia en la superficie no será fácil.
Nuevas amenazas acechan tanto de día como de noche.
Las reglas han cambiado.
El tiempo se acaba.
Y para algunos, este viaje será el final del camino.
Cuando el camino a la victoria pasa por el Infierno, lo único que puedes hacer es ponerte las botas de caminar.
Las acciones de Shem me desgarraron el corazón, pero también nos dieron tiempo para encontrar la última pieza de la reliquia.
No sé dónde buscar hasta que un encuentro con un ser poderoso me promete respuestas y ayuda. Todo lo que necesito es encontrar el camino a Gehenna, el lugar que los humanos conocen como Infierno.
A medida que los caminos se separan y se fijan nuevos objetivos, sé en mi corazón que ésta es nuestra última oportunidad de enderezar nuestro mundo. Nuestra última oportunidad de hacer valer el sacrificio de Shem.
No puedo fallar.
No fallaré.
Porque si lo hago, podría significar el fin de todos nosotros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario