Casarme con el hombre que odio ya es bastante malo. ¿Pero enamorarme de él? Esa será mi muerte.
Gabriel Thompson y yo somos como agua y aceite. Nuestras familias neoyorquinas controlan dos de las empresas más grandes del país y la rivalidad empresarial tiene décadas de antigüedad. Nosotros mismos hemos llevado la antorcha desde la infancia.
Pero luego nos encontramos después de una conferencia en Las Vegas. Hay bebidas de por medio y él pronuncia dos pequeñas palabras que no puedo resistir. TE RETO. A la mañana siguiente nos levantamos con resaca, tarde y, lo peor de todo, casados.
Es un desastre de relaciones públicas. Para salvar nuestra reputación, tenemos que vender este matrimonio a los medios y a nuestras familias. Ir a fiestas. Vivir juntos. Actuar con amor.
Ninguno de los dos ha mencionado nunca esa noche de borrachera en la universidad, cuando cruzamos las líneas marcadas en nosotros desde el nacimiento. Supuse que lo había olvidado y que siguió adelante.
No lo ha hecho y está decidido a mostrar lo que me he estado perdiendo, pero Gabriel es demasiado confiado, demasiado engreído y demasiado atractivo para algo real. No puedo bajar la guardia.
Con su anillo en mi dedo, estamos destinados a ser enemigos para siempre. Hasta que la muerte nos separe...
a menos que nos matemos el uno al otro primero.
¿Contratar a la mejor amiga de mi hermana menor como la nueva niñera de mis hijos? Gran error.
Isabel es quince años demasiado joven, demasiado amable y demasiado atractiva para que esto no sea más que un problema.
Hacer de niñera requiere que se mude, que viva lo suficientemente cerca como para... no es que lo hiciera. Soy lo suficientemente mayor para saberlo.
Ella es una bailarina profesional recuperándose de una lesión, y yo soy el CEO de un conglomerado multimillonario. Ella necesita un trabajo. Yo necesito una niñera. Es un simple ganar-ganar.
No. Es una tortura. Llegar tarde a casa y encontrarla acurrucada en el sofá. Verla sonreírme y preguntarme cómo me ha ido en el día. Es hermosa, y siempre está cerca, y los pensamientos que tengo pronto se vuelven inapropiados.
Pero esa vida quedó atrás. Mi esposa murió hace años, y no puedo manejar otra relación. No puedo manejar las complicaciones, los sentimientos, o el dolor inevitable.
Incluso si Isabel es una tentación demasiado dulce para resistirme.Besarla es adictivo... y pronto no puedo mantener las manos quietas ni permanecer en mi lado del ático.
Es fácil olvidar cosas como las diferencias de edad y los miedos en el calor de la pasión.
Pero que estemos juntos es un error... aunque rápidamente se convierta en mi error favorito.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario