Pero nació cuatro minutos tarde. Aunque fue Bane quien condujo a los ejércitos a la victoria contra el azote eterno, ahora debe observar cómo su gemelo indigno reclama otro trono a través del matrimonio con la princesa de un reino vecino. Un reino que Bane había salvado.
Ese trono debería ser suyo. Entonces lo tomará.
Todo lo que Bane debe hacer es engañar a la inocente novia de su gemelo. La engañará para llevarla a su cama, y una vez que le haya plantado su semilla, su descendencia, la novia, y su reino, serán suyos. Con semejante premio en la mano, a él no le importará si ella alguna vez lo perdona por su engaño. Poco importa si lo hace, porque su malvado plan no incluye enamorarse.
Pero la novia tiene algunos planes propios...
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