Es el primer día de trabajo de Mia Kennedy en el Bellevue Asylum y no podría estar más emocionada por comenzar su carrera de enfermera.
Si tan solo supiera que el hombre al que más miedo debería tener resultaría ser el único al que no podría dejar marchar.
Jamison Coy lleva diez años encerrado en el psiquiátrico sin esperanza de escapar. Nunca le importó marcharse hasta que la vio a ella.
Ahora todos sus pensamientos se centran en Mia y en cómo tenerla para él solo.
Advertencia: Si llevas perlas, prepárate para agarrarlas porque este nuevo romance es muy sucio. ¿Fuera del bolsillo? Sí. ¿Aun así te encantará? También sí. No te defraudaremos.
Karmen está siendo castigada. De acuerdo, puede que haya apuñalado “accidentalmente” a su profesor con un lápiz, pero él se lo merecía.
Por desgracia para Karmen, su madre aún tenía el poder de enviarla a Bellevue Asylum para una evaluación. Estar encerrada no está tan mal. Especialmente cuando el Dr. Rourk es asignado a su caso. Es el único que ha conseguido que quiera ser una buena chica.
El Dr. Rourk no es de los que rompen las reglas. Claro que se le conoce por saltarse algunas aquí y allá, pero siempre hace lo correcto. Hasta Karmen. La primera vez que ella entra en su consulta, él está dispuesto a cruzar todas las líneas para tenerla.
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