La vida es una mezcla de cosas para Piper Calloway. Por un lado, es vicepresidenta de la multimillonaria empresa de desarrollo inmobiliario de su padre, tiene veintinueve años, y vive una vida de soltera con sus dos mejores amigas en un elegante ático en el centro de la ciudad. Por otro lado, se la considera un par de piernas sexis en un mundo dominado por los hombres y constantemente tiene que demostrar su valía. Además, está atrapada viendo a su narcisista exprometido, un compañero vicepresidente, al otro lado de la pared de vidrio de su oficina todos los días.
Las cosas se complican exponencialmente para Piper cuando se encuentra con Kyle Miller, el nuevo y atractivo guardia de seguridad del Grupo Calloway y, casualmente, el primer amor de su vida.
El chico al que no ha visto y del que no ha oído hablar desde que fueron monitores en un campamento de verano. El chico de los barrios bajos. El chico que «aparentemente» ni siquiera recuerda su nombre.
Puede que Piper sea ahora una poderosa mujer de negocios, pero pronto se da cuenta de que su amor de juventud sigue vivo y fuerte, lo que paraliza su concentración. Es más, a pesar de la actitud distante de Kyle, ella está convencida de que su reencuentro no es en absoluto una coincidencia y que sus sentimientos por ella aún son profundos. Y está decidida a hacerlo admitirlo, sin importar las consecuencias.
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