%20-%20S.L.%20Scott.png)
No somos temporales, nena.
Unos cálidos ojos marrones que derritieron mi desprevenido corazón.
Una sonrisa que me hizo caer al suelo.
Su toque: pura electricidad.
Nunca vi venir a Harbor Westcott.
Era una chica de pueblo con sueños de gran ciudad y más ambición que dinero a mi nombre. Él lo tenía todo: dinero, privilegios y el mundo a sus pies.
Opuestos en todos los sentidos, pero no importó. Éramos un rayo en una botella y todo parecía posible cuando estábamos juntos.
La vida era perfecta.
O eso pensé...
Años después, no estoy más preparada para él de lo que estuve la primera vez. Jura por su vida que estamos destinados a estar juntos para siempre, pero sé que no podré sobrevivir a este hombre dos veces.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario