En la lucha por el poder entre dos grupos de élite, una chica luchadora los pondrá de rodillas... La vida es un juego cruel donde sólo los más despiadados sobreviven. Es una verdad contra la que mi madre se rebeló, y la pagó con su vida. Ahora, yo juego su juego.
Aceptar públicamente el destino que me espera cuando cumpla los dieciocho años.
Pero, a puerta cerrada, planeo mi escape. Trent, Charlie y mi gemelo Drew, gobiernan los pasillos de Rydeville High con arrogancia y puño de hierro. Ejecuto mi papel a la perfección, odiando cada segundo, pero nunca me dejan olvidar mi lugar en este mundo. Todos obedecen las reglas. Lo han hecho durante generaciones. Porque nuestras familias siempre han tenido el control. Hasta que Cam, Sawyer y Jackson aparecen. Tirando su nuevo dinero. Desafiando el status quo. Haciendo que los corazones se aceleren con sus hermosos rostros, cuerpos calientes y actitudes de chicos malos.
Las líneas de batalla están trazadas. Se toman bandos. Y estoy atrapada en el medio, porque cometí un error una fatídica noche cuando le di mi tarjeta V a un extraño en un descarado Jódete a mi prometido. Pensé que era la única cosa que tenía. Un recuerdo precioso para llevarme a través de cada día oscuro.
No podría estar más equivocada. Porque el desconocido era Camden Marshall, líder de la nueva élite y mi perpetuo atormentador. Me odia con una pasión sin igual, y no será el único. Lluvia de fuego si se revela la verdad, alianzas amenazantes, y la lucha por el poder se volverá feroz. Mi vida penderá de un hilo.
Pero estaré lista, y no me iré sin luchar.
Cree que me ha roto.
Que finalmente estoy bajo su completo control.
Pero estoy esperando mi momento, reuniendo información, haciendo planes y esperando la oportunidad perfecta para atacar.
Así que, cuando aparece un inesperado salvador, ofreciéndome una salida, la agarro con las dos manos. Pero el hombre al que amo se niega a dejarme ir, y está empeñado en protegerme a toda costa. Pero llega demasiado tarde. La traición de Kaiden alimenta la ira que corre por mis venas y ahora nuestros papeles se han invertido: yo soy la cazadora y él es mi presa.
Disfruto torturándolo, mintiéndole y haciéndole creer en falsas verdades que nunca fueron nuestra realidad. Hasta que las apuestas suben y me veo obligada a jugar de nuevo a su juego.
Sólo que esta vez, no es sólo mi vida la que pende de un hilo.
Pensé que había hecho lo peor. Que ya no tenía el poder de hacerme daño. Pero estaba equivocada. Su depravación no tiene límites, y ahora, me ha quitado todo. Esta vez, significa la guerra, y no voy a tomar prisioneros.
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