He estado hambrienta desde que tengo conciencia.
Recolectando alma tras alma, me alimenté. Me atiborré.
Entonces llegó él, y de repente, entendí lo que significaba realmente sentir celos avaricia y obsesión.
Sabía a él. Embriagador y adictivo.
Tenía que saciarme de él. Controlarlo, quedármelo.
Y lo hice y éramos felices.
Atrapados. Pero felices.
Hasta que ella llegó.
Su alma repleta de trabajo mortal y lo supe.
Ella era la indicada para él.
Mi regalo más magnánimo para el.
Ella debe convertirse en su enamorada y entregarse por completo a nosotros.
Ahora es nuestra.
Porque nadie escapa del Hotel Ambrose.
Y nadie escapa de mí.
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