Sus impulsos están fuera de este mundo.
¿Alguna vez te has despertado de una pesadilla? Bueno, seguro que yo si...
Todo comienzo cuando mire por primera vez a esos ojos bestiales. Mi visión se arrastra, deteniéndome en su abdomen cincelado y sus enormes bíceps, su cuerpo masculino se eleva como una estatua. Un gruñido áspero sale de su boca feroz y mi cuerpo se congela.
Nunca había visto a un extraterrestre como él antes...
Él se lanza, y ni siquiera pienso en oponer resistencia. No me atrevo a moverme.
Expuesta, vulnerable y asustada, me rindo a todos sus caprichos.
Me enamoro de él. Más duro que una estrella fugaz.
Pero a pesar de lo aterrador que es, me muestra que tiene corazón. No tiene miedo de amarme hasta el final.
Para bien o para mal, él es mi bestia alienígena.
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