No debí aceptar su proposición, y sobre todo, no debí enamorarme de ella.
Todo iba a ser muy sencillo.
Me haría pasar por el prometido de mi secretaria para poner celoso a su ex.
Pero ella es la mujer más sexy que conozco y acabé perdiendo la cabeza.
Se la presenté a mi familia, la defendí delante de ellos como si de verdad fuéramos y una pareja, y cuando quise darme cuenta, nuestro engaño se había vuelto muy real.
Pero la peor parte fue cuando desapareció y estuve a punto de volverme loco.
Ahora ha regresado, y no voy a perderla de nuevo.
Sexy, mandón y carismático.
Así es mi jefe, Zach Cooper.
No soy nadie especial para él.
Sólo su secretaria a la que paga muy bien.
Pero todo cambió un día en que lo seduje.
Desde entonces las cosas se complicaron aún más...
Nos enamoramos.
O al menos yo lo hice.
Zach tiene demasiadas cosas de las que preocuparse.
Y una de esas cosas no soy yo.
Pero si cree que puede dejarme de lado después de abrirme su corazón, está muy equivocado.
En un minuto, estoy a punto de perder mi trabajo.
Y al minuto siguiente, me estoy enamorando de mi jefe.
En mi defensa, no sabía que Jace era el nuevo dueño de la compañía para la que trabajaba.
Sólo era un multimillonario sexy que conocí en una cafetería.
Uno con el que quería explorar una relación, y de paso poner celosa a más de una.
Pero por supuesto, nada salió como esperaba y acabé embarazada.
Acostarse con el jefe ya era bastante escandaloso.
Pero, ¿esperar un hijo suyo?
Definitivamente, estoy en un buen lio.
Jason McNamara...
El chico más malo de la universidad.
Mi mayor enemigo.
Y el hombre para el que estoy a punto de trabajar.
Afirma que ha cambiado.
Pero aunque para todo el mundo solo parecer un multimillonario responsable, para mí sigue siendo el mismo hombre grosero y rudo de siempre.
Y aun así, fui tan tonta de acostarme con él, y lo peor de todo, cometí el error de darle mi corazón.
Ahora tengo que decidir, ¿me callo y le amo en silencio, o le planto cara?
El momento estaba equivocado. Y la diferencia de edad... definitivamente equivocada.
¿Pero como no amarle cuando él lo ha significado todo?
Ian era el mejor amigo de mi hermano.
Siempre estuvo a mi lado, ayudándome y haciéndome sonreír cuando más lo necesitaba.
Pero sabía que no podía tenerlo.
La única forma de salir de ese lío era olvidarlo...
Pero el destino parecía empezado en unirnos y acabé trabajando para su compañía.
Mi amor prohibido de la infancia se convirtió en una aventura de oficina con el jefe.
Pensé que tras ser suya podría olvidarlo, ya lo había hecho antes, y podría hacerlo de nuevo.
Pero entonces, descubrí que estaba embarazada. Del jefe… del mejor amigo de mi hermano.
Solo había una forma de salir de esto… huir.
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