La vi en el bar y toda mi vida cambió. Estaba con un imbécil que la trataba como basura, y ella se lo permitía. Pero puse fin a eso de inmediato.
Ella sabe que soy el capo, el Diablo de Miami, y piensa que sólo la quiero para una noche, cuando en realidad estoy planeando hacerla mi esposa.
No cree que pueda amarla. Pero le haré ver que se merece el mundo, aunque tenga que romperla en pedazos y reconstruirla para hacerlo.
Ella ahora me pertenece, aunque todavía no lo sepa.
Este diablo ha encontrado a su ángel...
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