No soy una buena persona. De hecho, soy una verdadera perra. Si se presenta la oportunidad, me follaré a tu marido, le daré el mejor sexo que haya tenido nunca, y me reiré a tus espaldas una vez que haya terminado con él. No me doy aires de grandeza. Simplemente tomo lo que quiero cuando lo quiero.
Soy la abusada que se ha convertido en la abusadora. Vivo por el poder, porque todo el poder me fue arrebatado durante años. Ahora que lo tengo de nuevo, me alimento de el como si fuera mi principal sustento, y no me importa a quién hiera en el proceso.
Todas las mujeres me odian, pero ¿sabes qué? Me importa una mierda.
No les voy a gustar. No estoy aquí para caerles bien. ¿Quieres conocer mi historia? No te voy a impedir que me juzgues. Solo tienes que saber que una vez que haya terminado contigo, ninguna ducha -por muy caliente que esté- me sacará de tu piel.
Advertencia:
Si buscas nubes rosas y esponjosas, arco iris y finales felices, este libro no es para ti. Estas páginas contienen escenas de abuso infantil en todas sus formas (física, sexual y emocional), así como BDSM y otros temas tabúes. El amor no vive en este libro. Aquí solo prosperan obsesiones oscuras, retorcidas y enfermas.
Tú. Has. Sido. Advertido.
Richard.
La perdición de mi existencia.
Su nombre por sí solo me evoca pesadillas y sueños húmedos. Intento alejarme de él, pero pase lo que pase, siempre vuelvo por más. Él es mi adicción, un antojo que necesito saciar. Pensé que, con el tiempo podría escapar de él. Hasta que mi plan de fuga se estropeó. Ahora soy su presa y me veo obligada a ir a su escondite sin poder irme a ningún sitio.
Las rosas son rojas, las violetas son azules.
Me has enviado al infierno.
Ahora tú también debes unirte a mí.
Obsesión es una palabra que me persigue desde el día que la conocí. No me avergüenza admitir que fluye por mis venas. Yo, más que nadie, sé lo peligroso que puede ser.
Puede que haya escapado, pero por mucho que huya, ella está ahí, recordándome lo que hice y cuanto la extraño. Incluso en la muerte, ella me persigue. Si perderla no fuera suficiente, tengo que vivir constantemente con ella dentro de mi cabeza durante el día, en mis sueños por la noche.
Ella me castiga. Es lo que mejor hace. Incluso aunque ella ya no esta aqui, sus garras se hunden profundamente en mi piel.
Pensé que había terminado.
Me equivoqué.
Parece que Scarlet aún no ha terminado conmigo.
Advertencia: Hay escenas -al igual que en el libro anterior, Siren- que pueden desencadenar a aquellos sensibles al abuso sexual.
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