Hice algo estúpido.
Algo innecesariamente, irremediablemente, estúpido y ahora mi pasado me está alcanzando. Sabía que cuando vi ese dinero debería haberlo dejado, pero lo necesitaba. ¿Y no me debe el mundo un poco de suerte? ¿Un pequeño respiro de la constante mierda?
Lo siento. Pero no puedo evitar despotricar sobre mi situación porque la verdad es que estoy jodido. Verás, le robé dinero a la mafia. Una decisión estúpida tomada en el calor del momento y ahora estoy corriendo por mi vida. Un amigo me dio suficiente dinero para esconderme...
Pero él viene por mí.
Amadeo quiere poseer todo lo que soy y castigarme por lo que he hecho. Tal vez podría aceptarlo si no estuviera tan empeñado en que lo llame «papi». Y tal vez no me importaría ese término, si no me produjera un cosquilleo en todo el cuerpo. Pero lo desprecio y siempre lo haré. No importa lo que mi estúpido cuerpo... y mi corazón... tengan que decir.
Odio la mafia.
Montañas de deudas que nunca desaparecen, hombres extraños con trajes y armas, amenazas susurradas en la trastienda. Eso es lo que mi vida se ha convertido. Le dije a mi padre que nunca se enredara con los Bianchi, pero él haría cualquier cosa para salvar el gimnasio que su abuelo comenzó. Pensé que podría manejarlo.
Hasta que mi padre se fue.
Ahora estoy atascado con su deuda y Gabriele. El imbécil dice que ahora le pertenezco hasta que haya saldado cada centavo. Si quiero mantener mi amado gimnasio familiar no tengo más remedio que obedecer. Pero a medida que las exigencias de Gabriele Bianchi aumentan me doy cuenta de que me estoy convirtiéndome en lo único que odio. Me niego a ceder ante este hombre y a convertirme en su obediente mascota.
Pero esta es una lucha que no estoy seguro de poder ganar.
No puedo dejar de obsesionarme con mi papi.
Alto, mortal, frío. Mientras otros lo llaman robot, yo sé la verdad. Debajo de ese exterior de mafioso malo y grande hay un hombre al que quiero llamar mío. ¿El único problema? Él no me ve como algo más que un juguete. Ah, y es heterosexual. Pero...
Es mío.
Cada vez que miro a Riccardo Bianchi veo a PAPI en grandes letras. Lástima que me mantenga a distancia. Tal vez sea lo mejor, porque hay cosas sobre mí que Riccardo no sabe. Cosas oscuras.
La vida empieza a irse al infierno y él me necesita más que nunca. Aunque Riccardo no lo sepa, lo protegeré con mi vida.
Y masacraré a cualquiera que se interponga en mi camino.
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