Primera regla del club del rencor: no te enamores de tu novio falso.
Esto es lo que pasó: Mi novio me engañó con la novia de Nick Mason.
Ambos estamos enojados. ¿Qué mejor manera de vengarse que fingir estar juntos por despecho?
Nick es grosero, rebelde y absolutamente hermoso. Él no es mi tipo, y yo no soy el suyo. No hay forma de que funcionemos fuera de nuestro pequeño juego de sexo sucio y secretos bien guardados.
El problema es que él es una adicción. O tal vez una plaga. Cuanto más tiempo paso con él, más arriesgo mi imagen de niña buena y mi vida cuidadosamente construida.
Podría querer lo que es malo para mí. Podría querer a Nick. Y podría tener que convencerlo, si puedo sobrevivirlo.
Estoy enamorada de mi nuevo vecino. El que todo el mundo odia.
Conozco todos los rumores del barrio. Andrew Mason es rico. Él es hermoso. Es un recluso. Es un genio. Él es un imbécil. El cartel que pone en su porche en Halloween hace llorar a todos los niños.
Ah, y un accidente automovilístico hace siete años lo dejó en silla de ruedas.
Parece pensar que eso me va a desanimar.
Estoy decidida a llamar su atención, aunque él no quiere compañía. No puedo evitarlo. Quiero saber qué hace que un hombre sea tan hermoso y tan complicado. Quiero saber qué pasa por su cabeza brillante y bien parecida. Quiero saber si sus músculos se sienten tan increíbles como se ven.
Quiero romper sus defensas. Pero si puedo romper las defensas de Andrew, entonces él puede romper las mías.
Lo que comienza como una batalla de ingenio se convierte en... algo más. Algo más caliente. Algo que ninguno de nosotros esperábamos.
Cuando dos personas dañadas chocan entre sí, o se destruyen mutuamente... o se enamoran.
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