Los Siete Pecados Capitales quieren salir a jugar...
Salem y Skye son dos compañeras de cuarto cursando el primer año en la Academia Kildale, cuando un incendio destruye su dormitorio. Sin más opciones se ven obligadas a mudarse a la única habitación disponible, que resulta estar en la fraternidad conocida como Hell House.
Lo que no saben es que sus nuevos compañeros de piso han sido poseídos por los Siete Pecados Capitales, y andan con ganas de algo francamente pecaminoso.
Únete a Salem y Skye en la Hell House para un poco de caos, un montón de escenas calientes, y un toque de peligro.
Es la fiesta de Halloween en Hell House y los demonios se están sintiendo extra pecaminoso esta noche. Esta novela corta incluye escenas con el punto de vista de cada uno de los pecados, ambos personajes femeninos e incluso el director.
Los Siete Pecados Capitales quieren salir a jugar...
Demonios, brujas y quién sabe qué más... todos son reales. Y viven en la isla Posesión que alberga la Academia Kildale. Este segundo libro continúa donde lo dejó Hell House.
Salem
—¿Dónde está él? —murmuro, fijándome en un Lukas borroso cuyos rasgos distorsionados parecen devastados mientras se desangra. Mi voz suena como si me hubiera tragado piedras, volviéndola áspera, gutural y casi demoníaca. Siento una humedad que se filtra en mis ropas desgarradas, haciéndome temblar en el aire frío. Me llevo las manos a la cabeza. La sensación me produce una sacudida de pánico. Me froto los ojos y me palpo el pecho mientras me invade un dolor profundo. ¿Dónde está Pierce?
Lukas
El terror me recorre la garganta mientras la sangre gotea de la herida en mi brazo. La bala ha dejado un dolor punzante que me recorre toda la extremidad mientras consigo arrancar a Salem de entre los escombros. Lucha contra mí todo el tiempo, extendiendo el brazo hacia el montón de rocas que sepulta a mi gemelo. Salem lanza un grito espeluznante llamando a Pierce. Su nombre sale de sus labios agrietados mientras el viento se levanta a nuestro alrededor antes de que ella se desplome sobre sus rodillas. —¡Tenemos que irnos!
Averigua qué les ocurre a Salem, Skye y los chicos de Hell House
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