Se supone que la boda de Aimee va a ser perfecta. Su vestido, su prometido y el lugar -un idílico rancho de vacaciones en Brasil- son perfectos. Pero todos los planes de Aimee se vienen abajo cuando el jet privado que la lleva desde Estados Unidos hasta el rancho -donde la espera su prometido- sufre un fallo en pleno vuelo y el piloto se ve obligado a realizar un aterrizaje de emergencia en el corazón de la selva amazónica.
Sin forma de llegar a la civilización, ser rescatados es la única esperanza de Aimee y Tristan, el piloto. Una delgada esperanza que poco a poco se va marchitando, ocupando su lugar la desesperación. Porque la muerte vaga por la selva bajo muchas formas: hambre, enfermedades. Bestias. A medida que Aimee y Tristan luchan por encontrar formas de sobrevivir, se acercan cada vez más. Juntos descubren que enfrentarse a viejas agonías interiores esculpidas por pasados dolorosos requiere tanto valor, si no más, que enfrentarse a la selva.
A pesar de su devoción por su prometido, Aimee no puede ocultar lo que siente por Tristan, el hombre para el que poco a poco se está convirtiendo en todo. En la selva tropical se pueden esconder muchas cosas. Pero no las mentiras. Ni el amor.
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