Accidentalmente pasé la noche con un Asesino de la Bratva.
Al día siguiente me secuestró.
Y coloco un bebé en mi vientre.
He tocado fondo, con una cerveza caliente en un bar rural maloliente, una cartera vacía y ningún sitio donde dormir.
Hace unos días, cometí un terrible error.
Robé algo, valioso.
De gente muy mala.
Y ahora están en mi puerta, armados hasta los dientes, a punto de acabar con mi miseria.
Excepto que no lo hacen.
Porque un extraño inesperado aparece de la nada y me salva.
Anton Ulianov
Mas de 1,80 metros de melancolía, arrogante como el demonio, es la definición del diccionario de P.E.L.I.G.R.O.
Y elimina a mis atacantes como si estuviera sacando basura.
Una cosa lleva a la otra y acabo en su cama.
Tener el mejor sexo de mi vida.
Deseando cosas que hacen que me ardan las mejillas.
Haciendo cosas que nunca admitiría.
A la mañana siguiente, se ha ido.
FIN.
O eso creía yo.
Lo que no sabía es que un día después estaría en su casa, encerrada en una jaula dorada.
O que un mes después, estaré mirando dos líneas en un test de embarazo.
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