Caigo en el reino de los monstruos y una salvaje banda de cazadores me captura, y su guapísimo y despiadado líder me convierte en su prisionera personal.
Ryder no cree que sea una cazadora de tormentas, pero me considera la reencarnación de una mujer fatal que sedujo a todo su equipo y asesinó a su mejor amigo. Por desgracia para mí, me parezco a ella.
Aunque el semidiós dragón me odia con pasión, también arde por mí.
No debería desear los fuegos artificiales cada vez que estamos juntos: siempre acaba en desastre. Sobre todo después de conocer la oscura verdad: los dioses vengativos han maldecido a Ryder para que cace sin cesar hasta que encuentre a su pareja predestinada y la mate.
Mi único objetivo es escapar del peligroso reino y del calor que me hace desearlo a cada segundo. Si fracaso, juro poner a Ryder de rodillas si me arruina.
Ryder
Asumo que sólo vivo para la próxima Caza Salvaje.
Pero todo este tiempo he estado buscándola, esperándola, ansiándola.
Estoy dañado, pero no puedo dejarla ir, no sólo porque la maldición de los dioses me hará cazarla hasta el fin del universo. Mi alma oscura ansía su carne tierna y su pasión feroz.
Mi bestia y yo no descansaremos hasta que la reclame y la haga verdaderamente nuestra.
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