Mi vida está destinada a servir a los demás. Mi cuerpo está destinado a complacer.
Y mis dos orcos se encargarán de eso.
Criada en un campamento minero orco, sabía que no debía confiar en esos brutos.
Tomaron vidas y destrozaron familias.
Pero nunca los tomé por ladrones.
Hasta que dos orcos robaron las dos mitades de mi corazón.
Me enamoré de mis captores, a pesar de saber que eran monstruos.
Nuestros deseos son insaciables. Nuestros deseos invitan a la desgracia.
Así que cuando el clan se entera de nuestras citas secretas, deben hacer frente.
Protegeré a mis orcos pase lo que pase.
¿Pero elegirán su lugar en el clan?
¿O reclamarán el lugar en mi corazón?
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