Theo
Toda mi vida estaba planeada, diseñada para mí, antes incluso de que fuera un destello en los ojos de mi padre. Soy el heredero del trono Valentino. Un reino construido con sangre y dinero sucio. Pero uno que gobernaré de todos modos.
Mi padre fue el Don más joven en ser coronado rey. Sin embargo, con un poco de suerte, el bastardo controlador caerá pronto, permitiéndome batir su récord por unos años.
Amo a mi padre, lo respeto muchísimo. Pero algunas de sus decisiones últimamente, los planes que ha trazado para mí, son... arcaicos. Yo estaba feliz de cumplir con su propuesta, para encarnar el papel que me asignaron al nacer. Hasta que la conocí.
Ella no era parte de su tablero de juego cuidadosamente orquestado. Ella no es parte de este estilo de vida. Se la comerían viva si la trajera al redil.
Esos inocentes ojos esmeralda suyos me tienen cautivo desde el momento en que nuestros caminos chocan. Al diablo con los planes para mi futuro. Esta chica, que no tiene cabida en mi mundo, se ha convertido en su totalidad.
Holly
Un nuevo trabajo. Una nueva ciudad. Un nuevo país. Este es mi nuevo yo. O al menos eso es lo que me digo a mí misma al bajar del avión en el aeropuerto JFK. Nueva York, no podría pensar en una ciudad mejor para forzarme a salir de mi zona de confort, para salir de abajo de la sombra de mi hermana.
Es curioso cómo cambian las cosas con el tiempo.
¿Mi nuevo sueño? Experimentar la vida al máximo. Explorar y descubrir quién soy, sin mi otra mitad. Sobrevivir al choque cultural neoyorquino sin que me asalten o me maten también es uno de mis sueños.
Hasta que me encuentro con él. Y así, mi vida da un giro de ciento ochenta grados. ¿Puedo realmente ir en contra de mi brújula moral, cada creencia a la que me he aferrado tan fuertemente, sólo para responderle? ¿Para estar con él?
Holly
Esto no tenía que pasar. Este no es el felices para siempre que me prometieron. Él tenía que estar aquí. Él debía estar sentado en este trono. Yo no.
No estoy preparada para esto. No estoy preparada para gobernar nada. Él dice que soy una reina. Incluso me dio las llaves del castillo, pero ¿qué es una reina sin su rey? Aparentemente sigo siendo una reina.
No hay donde esconderse. No hay donde correr. Este es mi reino. Su reino. Y haré lo que sea para asegurarme de que siga en pie cuando vuelva. Porque creer que no volverá no es una opción.
Theo
Ella no lo sabe, pero la estoy cuidando. Ayudándola en lo que puedo. Cada fibra de mi ser quiere atravesar esas puertas y envolverla en mis brazos. Pero lo único que me lo impide... es ella. Porque pondré su seguridad por encima de todo lo demás.
Quieren creer que estoy muerto. Quieren invadir el castillo. Tomar lo que mi familia ha ganado a través de generaciones en ese trono. Que lo intenten. Como muchos antes, fracasarán. Puede que no esté a su lado, pero tengo ojos y oídos por toda la ciudad.
He dejado mi reino en buenas manos. La subestimarán, mi pequeña reina sin pretensiones, pero esa será su perdición.
Puede parecer tranquila, incluso débil. Pero conozco su alma mejor que ella misma. Si alguien puede reinar en mi ausencia, es ella.
Theo
Todo lo que hemos construido se derrumba a mi alrededor.
La oscuridad me consume, la necesidad de venganza me hierve la sangre.
Mi esposa es la única luz de mi vida; ella es la única razón por la que sigo luchando.
Vienen por mí. Y lo que es peor, vienen por ella.
Pero que vengan...
Estoy esperando. Estamos esperando.
Para enviarlos de vuelta al infierno del que salieron.
Sólo espero que la ciudad esté preparada.
Porque Nueva York nunca ha visto una guerra como esta.
Holly
Mi vida cambió en el momento en que me crucé con él.
Para bien o para mal. Esos fueron los votos que hice.
Y ahora mismo, es para mal...
Sean quienes sean sus enemigos, me están buscando.
Pero no soy la misma alhelí que era cuando bajé de ese avión en el JFK.
No caeré fácilmente. No, me quedaré y lucharé junto a mi esposo.
Reinaremos sobre su reino. Unidos.
Como uno.
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