Él es el jugador de hockey más candente de la nación, y acabo de aceptar ser su novia falsa.
Theo Brooks es difícil de ignorar. Con su astuta sonrisa, abdominales de acero y habilidad ágil sobre el hielo, es el más arrogante de todos los deportistas y, desafortunadamente para mí, mi nuevo compañero de habitación.
Cuando la Oficina de Admisiones confunde mi nombre y apellido y termino viviendo en los dormitorios masculinos, siento que mi horario perfectamente organizado se afloja con cada hilo que tira Theo. Y le gusta tirar de cada uno.
No es hasta que descubro que mi novio de mucho tiempo está saliendo con otras chicas que las cosas se vuelven interesantes. Theo propone una solución a mi problema: él me ayuda a hacer que mi ex sienta celos, y yo lo ayudo a mantener a raya a las persistentes conejitas que no hacen más que distraerlo de asegurar su futuro con el mejor equipo de la NHL que existe.
Entonces fingimos salir. Matamos dos pájaros de un tiro.
Las conejitas piensan que está comprometido.
Mi ex está lamentando sus malas decisiones.
Pero cuanto más Theo Brooks aparece a mi lado y coloca su mano alrededor de mi cintura, más me doy cuenta de que las líneas que trazamos se están difuminando.
Esto podría haber comenzado como un plan de citas falsas, pero con cada beso engañoso, ambos podríamos obtener más de lo que esperábamos.
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