El príncipe heredero Malek de Sumaira necesita una esposa. Y rápido. O al menos su país la necesita.
Malek era feliz viviendo la vida de un abogado internacional, pero cuando su hermano desaparece no tiene más remedio que convertirse en gobernante de uno de los países más ricos y turbulentos de Oriente Medio. Necesita respeto, estabilidad y una esposa -preferiblemente sin antecedentes- cuanto antes.
Y Sophie, su nueva asistente personal, está más que dispuesta a ayudarle a encontrar una. Ha conseguido el trabajo de sus sueños: bien pagado, muchos viajes y nada de tiempo para el amor. Sophie, una experta en informática, apenas ha salido de casa en los últimos años mientras cuidaba de su madre. Y ahora que su madre ya no está, está decidida a no volver a estar atada.
Pero, ¿trabajar día tras día con este clon de Michael Fassbender hará que Sophie cambie de opinión? ¿Se convertirá la idea de estar atada a él en algo en lo que piensa obsesivamente, algo que necesita sacarse de la cabeza antes de que sea demasiado tarde para cualquiera de los dos?
Anna Whitman ha anhelado la libertad y la independencia toda su vida, pero se ve obligada a aceptar un matrimonio de conveniencia para poder vivir con su hijo.
El jeque Zahir Al-Zaman es un despiadado guerrero del desierto que cree que la única forma de controlar su obsesión por Anna es poseerla. Y hará casi cualquier cosa -incluso secuestrar a su hijo- para tenerla.
Pero Zahir no la llevará a la fuerza a su cama. Tiene sus estrategias de seducción, estrategias a las que Anna encuentra cada vez más difícil resistirse. Pero ella no quiere una relación basada en mentiras. ¿Y cómo puede revelar sus secretos cuando van a hacer añicos las creencias que él más aprecia?
Una aventura amorosa que no debe durar...
Lucy Gee viaja a Sitra para encontrar a su hermana desaparecida, Maia, que fue vista por última vez en brazos del Rey. A Lucy no le gustan las relaciones duraderas, pero cuando conoce al Rey se enamora de él. Sólo tiene que controlar su atracción el tiempo suficiente para encontrar a Maia, pero no tanto como para perder su corazón. Dos semanas bastarán.
El jeque Razeen ibn Shad nunca estuvo destinado a ser rey. Pero, con su padre y su hermano muertos, está decidido a cumplir con su deber, aunque eso signifique contraer un matrimonio concertado con una princesa sitrana para ganarse la aprobación de sus compatriotas. Pero tiene dos semanas antes de tener que elegir esposa. Dos semanas para tener una aventura con Lucy. ¿Qué podría salir mal?
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